No hay duda que siempre buscaremos cualidades en el sofá para exteriores, similares a las de los muebles de interior. Es decir, tendremos en cuenta la dureza, la comodidad, el estilo, y también el precio.
La distinción principal es que los muebles para exteriores deben resistir la exposición a las inclemencias del tiempo. Aunque no hay muchos sofás de jardín que sean completamente resistentes a la intemperie, los materiales utilizados pueden marcar una gran diferencia.
Factores que debes considerar al comprar un sofá para exteriores
Es crucial comprender las ventajas y desventajas de los distintos materiales antes de optar por uno u otro sofá. Necesitas evaluar cuán bien encaja cada material con tus preferencias y prioridades. También debes considerar las necesidades de tu entorno residencial o profesional.
Dado que cada circunstancia es diferente, la selección del material más adecuado del sofá para exteriores depende de lo bien que se ajusten tus necesidades individuales y las características intrínsecas de cada material.
El marco estructural, el diseño, así como la tapicería de los sofás para exteriores deben mantener su integridad y atractivo estético. Lo anterior durante varias temporadas y bajo diversas condiciones climáticas.
Por lo tanto, antes de comprar un sofá para terraza o cualquier otra área en el exterior, ten en cuenta los siguientes aspectos:
El sol y la temperatura
Es importante buscar un sofá hecho con materiales para exteriores que puedan soportar el daño de los fuertes rayos UV. No solo eso, el sofá también debe soportar los cambios de calor intenso a frío. Esto es muy importante si vives en un área soleada o con cambios climáticos estacionales significativos.
Desgaste
Muchos materiales pueden desvanecerse y perder su brillo con el tiempo cuando se exponen al sol de forma regular. En algunos casos el cambio estético puede ser agradable, pero en otros puede significar una pérdida de intensidad del color, o incluso la aparición de manchas irregulares.
Retención de calor
Pueden surgir otros problemas como resultado del calor. Un sofá para exteriores que está expuesto al sol, puede calentarse y volverse incómodo al tacto. No es una sensación agradable sentarse en un sofá que ha recibido la luz solar durante varias horas.
Agrietamiento
Muchos materiales se calientan o enfrían, y cuando esto sucede pueden expandirse o contraerse visiblemente. Un material que se somete a temperaturas extremadamente altas o bajas, puede agrietarse, deformarse o volverse quebradizo. Los sofás también pueden flexionarse y agrietarse debido al aire seco.
La lluvia y la humedad
Asegúrate de que el sofá que elijas sea resistente a los daños causados por numerosos problemas relacionados con el agua, en particular si vives en un lugar con lluvias recurrentes o mucha humedad. Ten en cuenta que el agua estancada o la humedad atrapada pueden dañar tu salud y deteriorar físicamente el sofá.
Óxido y corrosión
El acero y los metales que contienen hierro son susceptibles a la corrosión si se exponen continuamente al oxígeno y al agua. Muchos sofás para exteriores incluyen metales en su estructura, por lo que es posible que se debiliten lentamente debido al proceso de oxidación corrosiva. La oxidación suele ser más común en las zonas costeras, debido a que la sal en el aire y el agua aceleran la reacción química.
Hongos y moho
Diferentes tipos de hongos pueden surgir en condiciones húmedas. De hecho, el moho y los hongos pueden crecer en materiales orgánicos que retienen agua. Esto puede ocasionar molestias, enfermedades respiratorias y otros problemas de salud.
Sin embargo, por lo general se pueden eliminar y no dañan la tapicería del sofá. Sin embargo, la podredumbre hace que la tela del sofá se degrade y se descomponga.
Deformación
En un sofá para exteriores es más fácil que el agua penetre, y al hacerlo el material puede secarse de manera desigual. Esto conlleva a que la forma original del sofá se deforme. Si bien es posible que no se note al principio, eventualmente puede hacer que el material del sofá se distorsione dramáticamente. Como resultado, las costuras del sofá se verán desalineadas, e incluso es posible que los tornillos y otros sujetadores que mantienen los muebles juntos, pierdan su funcionalidad.
Durabilidad del sofá para exteriores
En circunstancias ideales, un sofá para exteriores puede sobrevivir durante años. Sin embargo, cuando el sofá se expone al mal tiempo, es posible que debas reemplazar dicho mueble cada pocas temporadas.
Otros materiales pueden resistir toda una gama de diversos elementos y, sin embargo, parecer nuevos. El uso es otro factor que afecta la durabilidad del sofá.
¿Es fácil hacer la limpieza?
La eficacia con la que mantienes tu sofá para exteriores también tiene un impacto en su atractivo estético y durabilidad. Temporada tras temporada, el sofá requerirá de mantenimiento y una limpieza a profundidad con agua y jabón.
Otros sofás necesitan más tiempo de mantenimiento y suministros especializados para que sigan funcionando y con un aspecto excelente.
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