Existe un poco de confusión con respecto a si un sofá y un diván son lo mismo. De hecho, muchas veces se usan ambos términos al referirse a un sofá tradicional. A continuación te hablaremos sobre las principales diferencias entre sofá y diván.
Cuando se trata de decorar tu hogar, ciertamente has notado que hay mucha terminología que parece ser la misma, o al menos se usa indistintamente. A pesar de ello, estos términos tienen sus propias historias, propósitos y definiciones.
A veces es solo una cuestión del lugar donde eres: lo que algunas personas llaman sala de estar, puede ser el salón de otras, y lo que alguien conoce como mesa auxiliar, otros pueden conocer como mesa de centro.
Diferencias entre sofá y diván
Existen variaciones entre un sofá y un diván. A pesar de que ambos son muebles que se utilizan para sentarse en entornos como salas de estar, salones y áreas al aire libre.
La mayoría de los fabricantes, sin embargo, están de acuerdo en que usar las dos frases indistintamente refleja la función general y el estilo de cada pieza. Por un lado, un sofá tiene un aire más formal y es un término que se usa más comúnmente en la industria del diseño.
En el caso del diván, tiene un ambiente más informal, como si se estuviera describiendo un lugar para relajarte y mirar televisión. Aunque a menudo se usan indistintamente en estos días, mirar hacia atrás en su historia aclara las diferencias.
Por ejemplo, el término «sofá» se remonta a la década de 1620. «Parece haberse originado en Turquía y se deriva de la palabra árabe ‘suffah’, que hace referencia a una parte elevada de un suelo cubierto con alfombras y cojines.
La palabra ‘diván’ proviene de la expresión francesa ‘couche‘, que literalmente significa ‘recostarse’. A diferencia de un sofá tradicional, el diván es un mueble que no tiene brazos y no es tan grande como un sofá para acostarse”.
Sofá vs diván, ¿cuál es la mejor opción para tu sala de estar?
En realidad todo se reduce a tus preferencias personales, como ocurre con la mayoría de los muebles y la decoración. Dicho lo anterior, es importante que consideres lo que quieres qué hacer con el sofá o el diván en tu sala de estar, tanto en términos de estilo, como de funcionalidad, y luego partas desde ese punto.
Si deseas un lugar para que se siente toda la familia, probablemente querrás un sofá en toda la extensión de la palabra. Por otro lado, un diván podría ser más lo que estás buscando si quieres un mueble extremadamente cómodo y más informal para acurrucarte y disfrutar de tu serie de televisión favorita.
A menudo se recomienda que cuando encuentres la pieza perfecta, pienses en las mascotas de la familia. Probablemente ellos prefieran un sofá que un diván porque podrían usar los apoyabrazos como almohadas.
Si te gusta invitar amigos para tus noches de cine, los sofás son un excelente mueble para tener. Si planeas utilizar los muebles como una cama para dormir fuera de casa, también son una opción preferible.
¿Qué pasa con el diván? Pueden ser el tipo de mueble más adecuado para recibir a los visitantes, e invitarlos a tomar un té o una copa. Debido al tamaño reducido, una o dos personas pueden sentarse cómodamente en un diván al mismo tiempo.
De hecho, muchos vendedores pueden usar diferentes términos para describir el mismo artículo. También hay varios tipos de asientos a considerar, como un sofá de dos plazas, un futón, un sofá cama, todos los cuales tienen un propósito similar, dependiendo de dónde compres.
Mejores lugares para colocarlos
No existe una forma correcta o incorrecta de decorar una habitación. El diseño de interiores es más un arte que una ciencia. En consecuencia, si prefieres un sofá sobre un diván, o viceversa, tus preferencias personales siempre deben tener prioridad sobre cualquier regla no escrita.
Aún así, si estás buscando algunos consejos sobre cómo decorar una habitación, a menudo se piensa que las salas de estar requieren la presencia de un sofá. Sin embargo, muchas veces también se recomienda la confiabilidad de un diván para lugares donde trabajarás, pasarás el rato o jugarás. Después de todo, muchas personas acostumbran tomar una siesta a mitad del día.
En última instancia, un diván puede encontrar una ubicación adecuada en la habitación de invitados, el área de la oficina en casa, o quizás en un patio o terraza, aprovechando sus semejanzas con el sofá tradicional.
Por lo tanto, sí existen diferencias entre sofá y diván en los puntos más finos, que pueden servirte como punto de partida para tu elección final. Sin embargo, si realmente quieres ese sofá de terciopelo azul en tu oficina, no hay nada malo en ello. Son tus gustos y preferencias, y eso es todo lo que importa.
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