Un sofá o sillón para personas con poca movilidad es indispensable si deseamos minimizar la incomodidad, las molestias y el dolor. En consecuencia, es importante determinar las características del sofá más adecuadas para quienes sufren afecciones que limitan el movimiento como el reuma, la artritis u otros problemas en las articulaciones.

¿En qué consiste la artritis?

La artritis es una condición que afecta las articulaciones de nuestro cuerpo. Se caracteriza por producir inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones. Como resultado, puede dificultar e incomodar el movimiento.

Hay muchos tipos diferentes de artritis, pero los más comunes incluyen:

Osteoartritis: Es la forma más común de artritis, que ocurre cuando el cartílago que amortigua las articulaciones se desgasta con el tiempo.
Artritis reumatoide. Se trata de un trastorno autoinmune en el cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca las articulaciones. Esto ocasiona inflamación y daño a las articulaciones.
Gota: Es causada por una acumulación de ácido úrico en las articulaciones. Puede ocasionar dolor intenso e hinchazón en la articulación afectada.
Artritis psoriásica. Afecta a personas con psoriasis, una afección de la piel. Puede causar dolor y rigidez en las articulaciones, así como cambios en la piel y las uñas.

Cabe decir que está enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos mayores. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo factores genéticos, lesiones, infecciones, el estilo de vida, entre otros.

El tratamiento para la artritis puede incluir medicamentos, fisioterapia y cambios en el estilo de vida. Con frecuencia se recomienda la pérdida de peso y el ejercicio regular.

Importancia de los sillones para personas mayores

Es importante tener un sofá cómodo adaptado para personas mayores con movilidad reducida si tenemos problemas para realizar nuestras actividades cotidianas. Por ejemplo, como decíamos, en aquellos casos de artritis, reuma o problemas en las articulaciones, se aconseja optar por sillones para personas con poca movilidad, ya que permiten al usuario sentarse con menos dolor.

También considera lo siguiente:

Un sofá de calidad puede ayudar a reducir el dolor y la incomodidad al proporcionar un soporte y una amortiguación adecuados para las articulaciones.
Por ejemplo, un sofá cómodo con cojines firmes puede brindar un mejor apoyo para la espalda y las caderas. Para una persona con artritis, esto hace que sea más fácil levantarse y sentarse.
Asimismo, los sillones relax con buen soporte para la espalda y los brazos, también pueden ayudar a reducir la presión sobre las articulaciones. Con ello se reduce el riesgo de desarrollar dolor relacionado con la postura.
Tener muebles cómodos también puede ayudar a las personas con artritis a mantener su independencia y una mejor calidad de vida.
Es decir, al proporcionar un entorno cómodo y de buen soporte, se puede reducir la tensión física y emocional de vivir con artritis.
Todo esto permite a las personas realizar sus actividades diarias con mayor facilidad y comodidad.
Además, los muebles cómodos pueden ayudar a promover un mejor sueño. Esto es importante para las personas con artritis que pueden experimentar dolor e incomodidad durante la noche.

En general, un sofá para personas con artritis puede ayudar a mejorar su bienestar general y la calidad de vida. Por lo tanto, es una consideración importante al elegir los muebles para el hogar.

Sofás y sillones para personas con poca movilidad: ¿Cómo elegirlos?

Hay varios aspectos a tener en cuenta antes de comprar un sofá para personas con artritis. Estas son algunas consideraciones clave:

Altura del asiento

Un sofá con un asiento más alto puede facilitar que alguien con artritis se levante y se siente. En consecuencia, opta por un sofá para personas con artritis con una altura de asiento de alrededor de 45cm o más.

La profundidad

Los sofás con poca profundidad pueden ayudar a alguien con artritis a sentarse con la espalda contra el respaldo. Lo anterior es bueno porque proporciona un mejor apoyo. En este caso lo mejor es elegir un sofá con una profundidad de alrededor de 50 a 60 cm.

La firmeza del sofá

Un sofá que es muy suave puede hacer que sea difícil pararse, especialmente para alguien con artritis. Por otro lado, un sofá demasiado firme puede resultar incómodo para sentarse durante largos periodos de tiempo. Por lo tanto, es recomendable elegir un sofá de firmeza media que brinde soporte pero que sea cómodo.

Reposabrazos

Los reposabrazos pueden brindar apoyo al levantarse y sentarse. Por ello, elige un sofá para personas con artritis que tenga reposabrazos resistentes, bien acolchados, y que estén a una altura cómoda.

Sillones reclinables

Un sillón reclinable puede ser una buena opción para alguien con artritis. Esto se debe a que puede ayudar a cambiar de posición fácilmente. Incluso puede reducir la presión sobre las articulaciones. Lo ideal es buscar un sillón reclinable con un mecanismo simple que sea fácil de operar.

Tamaño

Para finalizar, asegúrate de que el sofá para personas con artritis que elijas, sea del tamaño adecuado para quien lo usará. Si es demasiado grande o demasiado pequeño puede ser incómodo. Además, puede que no brinde el soporte necesario.

Por lo tanto, comprueba que la persona pueda sentarse cómodamente con la espalda, contra el respaldo, y los pies apoyados en el suelo.

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