¿Te gustaría tener un salón minimalista? Bajo el lema de menos es más, el estilo minimalista se impone en gran parte de los salones. Eliminar todo aquello que no es esencial y deshacerse de elementos superfluos son las nociones básicas para sumarnos a este estilo. Los salones se limitan a un sofá, una mesa auxiliar y un mueble para la televisión. En algunos casos, se prescinde de elementos como las mesas y las televisiones se colocan colgadas sobre la pared. Las lámparas son los únicos adornos con un propósito bien definido y a la vez práctico.
Simplificar al máximo los elementos y reducir la decoración pero sin comprometer la comodidad y el bienestar de nuestro salón.
¿Qué necesitas para conseguir un salón minimalista?
Diseña espacios alrededor de los muebles principales, por ejemplo, sitúa tu sofá como punto de referencia de la decoración. Diseña un área principal de asientos, donde el resto de elementos desempeñan un papel de apoyo en torno a los muebles principales. Invierte en muebles de calidad, ya que recibirán toda la atención. Opta por líneas simples, rectas, horizontales, verticales o diagonales. Materiales naturales como la madera aportan calidez a la estancia.
El secreto del estilo minimalista es el orden que transmite. A todos nos gusta entrar en casa y que todo esté ordenado. Un salón minimalista transmite paz, tranquilidad e invita a la meditación.
Consigue la sobriedad y el orden gracias a sofás tipo chaise longue o rinconera que aglutinan en una sola estructura todos los asientos. El espacio entre los elementos nos ayuda a conseguir un equilibrio visual de los mismos en el espacio. No hay duda que el sofá es el punto de referencia de un salón minimalista, sobre él giran el resto de elementos. Incluir otros elementos como lámparas o sillones requiere de personalidad pero, no para que compitan entre sí, si no para que cada uno tenga su espacio.
La clave reside en elegir un estilo minimalista que destaque como espacio funcional, con mobiliario capaz de adaptarse a cada momento y en armonía con el resto de nuestro salón. Decantarnos por colores neutros, utilizar un color como referencia y acompañarlo de una tonalidad superior. Generalmente, se utiliza el blanco acompañado de tonos grises y arena.
En relación al tejido del sofá de un salón minimalista, existe una gran variedad que incorporan tratamientos anti manchas, higiénicos e incluso algunos repelen líquidos. Los estampados añaden a nuestro espacio un componente temporal, utilizar una gama cromática sencilla añade a la estancia atemporalidad. Colores lisos y claros impiden que nuestro salón se vuelva antiguo en un periodo corto de tiempo.
El blanco permite que la luz se refleje sobre todas las superficies, creando un ambiente luminoso y cálido. Las maderas de tonos suaves y los tejidos en colores neutros, lo convertirán en un espacio versátil con infinitas posibilidades. Instalar espejos incrementa la luz de una estancia, podemos colocarlos sobre marcos antiguos con la intención de crear un contraste entre el minimalismo y elementos barrocos.
En estos momentos, estarás pensando… ¿y qué hago con el resto de los muebles? No necesitamos deshacernos de todo, solo queremos un estilo minimalista, amplio y ordenado.
Compartimos cinco colores de sofá que no pasan de moda, perfectos para un salón minimalista.
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